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San Francisco en 7 días con Pepita Viajera

By Pepita Viajera  •  0 comments  •   9 minute read

San Francisco en 7 días con Pepita Viajera

🎼🎤If you´re going to San Francisco, summertime will be a love-in there...

(Si vas a San Francisco, el verano será un amor allí...)

Como dice la canción, San Francisco es un amor de ciudad, ya sea verano o invierno, aún con su insistente y antipático tiempo, terminas enamorándote de la ciudad de las cuestas intereminables... Sígueme en la lectura y te contaremos un plan perfecto, equilibrado y muy "pepitero" para conocer esta maravilla de ciudad... ¿Me acompañas?

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✅Día 1: Bienvenida a San Francisco + Crucero al atardecer

Hay llegadas que se sienten como abrir un libro nuevo. Así es San Francisco desde el primer paso: vibrante, colorida y con una energía contagiosa. El primer día lo dedicamos a conocer algunas de sus zonas más emblemáticas, desde Union Square hasta el Embarcadero, pasando por Chinatown y North Beach.

Nos alojamos cerca de Union Square, una opción ideal si viajas con niños: céntrico, animado y lleno de posibilidades. Desde allí tomamos el icónico tranvía de la línea Powell-Hyde, una experiencia que combina adrenalina, vistas y una pizca de vértigo urbano. Si quieres buen sitio o menos gente, el truco es hacerlo en sentido contrario, ¡empezando por North Beach!

Ya instaladas en modo explorador, entramos a Chinatown por la famosa Puerta del Dragón. Farolillos colgantes, tiendas llenas de detalles, y por supuesto, una parada mágica en la Golden Gate Fortune Cookie Factory, donde las galletas de la suerte nacen en tiempo real.

Después, paseo por North Beach, conocida como la "Little Italy" de San Francisco. Tomamos un respiro en Coit Tower, con sus murales históricos y vistas inmejorables. Para almorzar, nos debatimos entre la pizza impecable de Tony’s Pizza Napoletana y el marisco de Sotto Mare. Pista: Volvimos al día siguiente a probar la otra. Conclusión: Recomendamos ambas.

Al caer la tarde, nos dirigimos al muelle para un crucero por la bahía al atardecer. La brisa, el vaivén del barco y ese momento mágico de pasar por debajo del Golden Gate Bridge con el cielo incendiado de naranja… fue la manera perfecta de comenzar esta aventura.

💡 Tip Pepita: El "verano de San Francisco" es famoso por su niebla y su fresquito inesperado. Lleva siempre una chaqueta ligera y tu botella térmica con bebida caliente. ¡Ese viento junto al mar no perdona!

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✅Día 2: Urbanismo, diversidad y prisión con historia

San Francisco no se entiende sin sus contrastes: edificios majestuosos frente a parques urbanos, tranvías que suben cuestas imposibles, barrios que cuentan historias de lucha y orgullo. Hoy tocaba explorar su lado más diverso y emocional, con parada en Castro, una tarde de juegos en el Pier 39, y el cierre perfecto en la inquietante isla de Alcatraz.

La mañana arrancó con un paseo desde Union Square hasta el City Hall, un edificio que impone con su cúpula dorada y su aire de palacio civil. Alrededor, zonas verdes como el Civic Center Playground se llenan de familias y viajeros con espíritu tranquilo. Una buena oportunidad para que los peques corran un poco y los mayores tomemos un café al sol.

Después caminamos hasta el barrio de Castro, epicentro de la diversidad en San Francisco. Las fachadas arcoíris, las librerías de autor y los mensajes de libertad llenan el aire. Nos enamoramos de cada escaparate y nos quedamos a comer en Orphan Andy’s, un diner con espíritu auténtico. Otra opción genial en la zona es Harvey’s, que combina sabor y ambiente en equilibrio perfecto.

Por la tarde, pusimos rumbo al Pier 39, donde el plan fue simplemente disfrutar. Tiendecitas, juegos, vistas al mar y los famosos leones marinos, que ya forman parte del folclore local. Hicimos una parada dulce en Biscoff Coffee Corner (sus galletas y café helado son un combo ganador) y descansamos un rato antes del gran momento del día.

Cerramos con una experiencia única: el tour nocturno a Alcatraz. Cogimos el ferry al atardecer, cruzamos la bahía envueltos en niebla y llegamos a la antigua prisión cuando las sombras ya empezaban a caer. El recorrido con audioguía fue impactante, y aunque el lugar impone, está perfectamente adaptado para familias. La historia te atrapa. Y las vistas de la ciudad iluminada desde la isla… inolvidables.

💡 Tip Pepita: Reserva con antelación el tour nocturno de Alcatraz City Cruises. Es el más impresionante y se agota rápido. Lleva una botella térmica reutilizable (como las de Pepita Viajera): en el ferry y en la isla suele hacer bastante frío, incluso en verano.

✅Días 3 y 4: Aventura entre secuoyas en Yosemite

Después de dos días explorando la ciudad, decidimos escapar a lo grande: dos días de inmersión total en la naturaleza en el Parque Nacional de Yosemite. A veces, lo más viajero es desconectar del asfalto para escuchar el crujido de las hojas, el canto de los pájaros y el rugido lejano de una cascada.

Salimos temprano en un tour organizado desde San Francisco, con recogida directa en el hotel. Tras unas horas de carretera, llegamos a ese paisaje que parece una postal en movimiento: bosques infinitos, paredes de granito que se elevan hacia el cielo, y aire tan limpio que casi sabíamos a oxígeno puro.

Después de dos días explorando la ciudad, decidimos escapar a lo grande: dos días de inmersión total en la naturaleza en el Parque Nacional de Yosemite. A veces, lo más viajero es desconectar del asfalto para escuchar el crujido de las hojas, el canto de los pájaros y el rugido lejano de una cascada.

Salimos temprano en un tour organizado desde San Francisco, con recogida directa en el hotel. Tras unas horas de carretera, llegamos a ese paisaje que parece una postal en movimiento: bosques infinitos, paredes de granito que se elevan hacia el cielo, y aire tan limpio que casi sabíamos a oxígeno puro.

Nuestro primer día estuvo lleno de paradas icónicas: Tunnel View, Bridalveil Fall, El Capitán, Yosemite Falls y Sentinel Meadow. El picnic en plena naturaleza fue uno de esos momentos que se quedan grabados: sentadas sobre una roca, mochila viajera al lado, compartiendo fruta, snacks y anécdotas. También puedes comer en Degnan’s Kitchen, si prefieres algo más estructurado.

La noche la pasamos en un alojamiento cercano al parque. Algunos optaron por camping, otros por cabañas rústicas con encanto. Nosotras dormimos con las ventanas abiertas y el murmullo de los árboles como banda sonora.

El segundo día amaneció lleno de energía y nos llevó hasta Mariposa Grove, hogar de las imponentes secuoyas gigantes. Caminamos entre árboles que parecen salidos de otro planeta. Si vas con niños pequeños, hay un sendero corto perfecto para ellos. Además, el tour incluye actividades como identificación de huellas, juegos de naturaleza y fotos familiares, que convierten la visita en una aventura interactiva.

💡 Tip Pepita: Yosemite tiene zonas sin cobertura, así que lleva snacks, agua (o té) en tu botella térmica reutilizable, y todo lo que necesites a mano. Las mochilas de viaje hechas con materiales reciclados, como las de Pepita Viajera, son ideales para este tipo de escapadas: resistentes, ligeras y con compartimentos bien pensados.

Nuestro primer día estuvo lleno de paradas icónicas: Tunnel View, Bridalveil Fall, El Capitán, Yosemite Falls y Sentinel Meadow. El picnic en plena naturaleza fue uno de esos momentos que se quedan grabados: sentadas sobre una roca, mochila viajera al lado, compartiendo fruta, snacks y anécdotas. También puedes comer en Degnan’s Kitchen, si prefieres algo más estructurado.

La noche la pasamos en un alojamiento cercano al parque. Algunos optaron por camping, otros por cabañas rústicas con encanto. Nosotras dormimos con las ventanas abiertas y el murmullo de los árboles como banda sonora.

El segundo día amaneció lleno de energía y nos llevó hasta Mariposa Grove, hogar de las imponentes secuoyas gigantes. Caminamos entre árboles que parecen salidos de otro planeta. Si vas con niños pequeños, hay un sendero corto perfecto para ellos. Además, el tour incluye actividades como identificación de huellas, juegos de naturaleza y fotos familiares, que convierten la visita en una aventura interactiva.

💡 Tip Pepita: Yosemite tiene zonas sin cobertura, así que lleva snacks, agua (o té) en tu botella térmica reutilizable, y todo lo que necesites a mano. Las mochilas de viaje hechas con materiales reciclados, como las de Pepita Viajera, son ideales para este tipo de escapadas: resistentes, ligeras y con compartimentos bien pensados.

✅Día 5: Parque, puente y béisbol

Amanecimos con ganas de aire libre, así que nos fuimos directas al Golden Gate Park. Entre toboganes, carruseles y zonas verdes como Koret Children’s Quarter, los peques corrieron felices y nosotras planeamos el día sobre una manta de picnic (sí, con nuestra mini mochila viajera siempre a mano).

Después alquilamos una bici tándem y cruzamos el Golden Gate Bridge pedaleando. El viento, las vistas… inolvidable. Llegamos a Sausalito, donde almorzamos con vistas en Bar Bocce (opción ideal con niños).

Por la tarde, volvimos a la ciudad para ver un partido de béisbol de los San Francisco Giants en el Oracle Park. Hot dogs, ambiente animado y muchas fotos de recuerdo.

💡 Tip Pepita: Llega temprano al estadio para disfrutar el ambiente y no olvides llevar snacks y agua en tu botella térmica. El día es largo, ¡y muy completo!

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✅Día 6: Toque vintage y calle serpenteante

Empezamos el día con un picnic frente a las icónicas Painted Ladies, esas casas de colores pastel que parecen sacadas de una serie (¡sí, Padres Forzosos!). Mientras los niños jugaban en la colina, nosotras disfrutamos del sol y del skyline de fondo

Después nos perdimos entre vinilos, camisetas retro y joyas vintage en Haight-Ashbury. Entramos en Amoeba Music, una parada obligatoria para los amantes del buen ruido. Comimos algo rápido en Chloe’s Café, uno de esos rincones tranquilos y con encanto que solo encuentras caminando sin rumbo.

Por la tarde subimos hasta Russian Hill y bajamos por la famosa Lombard Street, la calle más serpenteante del mundo. Entre curvas, flores y carcajadas, grabamos uno de nuestros vídeos más divertidos del viaje.

💡 Tip Pepita: Las mini mochilas de Pepita Viajera son perfectas para estos días más urbanos: ligeras, bonitas y con espacio justo para lo esencial.

✅Día 7: Barrios, arte y vistas para decir adiós

Último día… pero aún con ganas de seguir. Por la mañana, volvimos al Pier 39 y Fisherman’s Wharf para jugar, comprar algún souvenir y hacer una visita al curioso Museo de Mecánica Antigua.

Después nos adentramos en el colorido Mission District, con sus murales vivos en Balmy Alley y una comida deliciosa en Taquería La Cumbre, muy kids-friendly y sabrosa. Arte, cultura y sabor: todo en un mismo paseo.

Para terminar, subimos a Twin Peaks, desde donde se ve toda la ciudad. Cerramos el viaje tumbadas en el césped de Dolores Park, viendo cómo el sol se escondía entre las casas de colores.

💡 Tip Pepita: Lleva una mochila de material reciclado con manta ligera, agua en botella térmica y algo de fruta. Nada como acabar el viaje relajada, con vistas y sin prisa.

Después de 7 días intensos, volvemos con la mochila llena de recuerdos (y sí, un par de piedras, dibujos y postales también). Y hablando de mochilas… nuestras aliadas perfectas durante todo el viaje fueron las de Pepita Viajera: cómodas, resistentes y con ese diseño que siempre saca una sonrisa.

Las mochilas de viaje de la colección Saludos, las minis para los días más urbanos, y nuestras fieles botellas térmicas reutilizables nos acompañaron en cada paso. Porque viajar con estilo también puede ser sostenible.

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